martes, febrero 28, 2017

No hay tanto pan




Hay un gallo
que llora y que grita
"despierta, despierta, despierta, despierta", prudente.

Que esto duele,
te arrasa,
te mata, te irrita.

Qué suerte la tuya tan cruda y maldita.
Reza de día de noche y no almuerza.
Se cree mala madre y también mala hija.

¿Dónde está la suerte? La mía, poquita.
Alguien se lo da y después se lo quita.

Y no hay tanto pan, pan, pan...
no hay tanto pan, pan, pan...
no hay tanto pan, pan, pan...
no hay tanto pan, pan, pan...

Unos son grandes y otros valientes,
unos traicionan y otros son fuertes.

Despierta Mercedes,
ay, mi Patricia,
Tomás, Martín, Juan, Lola, Pablo y Cristina,
que esta gran culpa no es tuya ni mía.

Mentiras, sonrisas y amapolas,
discursos, periódicos, banqueros y trileros.
Canciones, manos y pistolas,
bolsos, confeti, cruceros y puteros.

Te roban y te gritan,
te roban y te gritan.
Te roban y te gritan,
y lo que no tienes también te lo quitan.

No hay tanto pan, pan, pan...
no hay tanto pan, pan, pan...
no hay tanto pan, pan, pan...
no hay tanto pan, pan, pan...

Y es indecente, es indecente,
gente sin casa, casas sin gente.
Es indecente.

No, no hay tanto pan.
(convierten el pueblo en banco
la mierda en oro
lo negro en blanco)

No hay tanto pan.


Silvia Pérez Cruz